El presidente de Intel, Paul Otellini, ha dado cuenta de la crisis por la que atraviesa el sector de los chips de memoria, al asegurar que se ha producido una caída de precios en el tercer trimestre del 53%.
Este descenso es dos veces mayor que lo esperado por el propio Otellini, que en sus previsiones había fijado la caída en un 27%. Según informa Bloomberg, esta erosión en los precios podría provocar ahora que Intel tenga que rebajar también sus objetivos de expansión en este mercado.
Esta crisis, sin embargo, no afecta al principal negocio de Intel, el de los microprocesadores, que continúa fuerte, ya que la caída se ha producido únicamente en los precios de los chips de memoria flash, un mercado en el que la compañía entró en 2005.
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