Hay que reconocer que algunos fallos casi saben a triunfo. Podría ser el caso de este vídeo publicado por el canal oficial en YouTube de la empresa espacial privada SpaceX, fundada por Elon Musk, el padre de PayPal o Tesla Motors.
SpaceX ha ganado el concurso de la NASA para el suministro de cohetes que lleven carga y tripulación hacia la órbita terrestre, fundamentalmente hacia la Estación Espacial Internacional, y la genialidad de Musk consistió en rebajar drásticamente los costes empleando cohetes reutilizables. Habitualmente las sondas y módulos suben hacia la órbita empujados por cohetes de primera fase que una vez agotado el combustible del despegue quedan desprendidos y caen al mar, de donde no se recuperan.
Lo que por tercera vez ha intentado SpaceX (y como verás le ha faltado realmente muy poco para lograr) es hacer regresar de manera controlada dichos cohetes a una barcaza que flota en medio del océano, donde aterriza permitiendo su recuperación, revisión y reutilización.
Este tercer intento, del que ya te dábamos cuenta ayer aquí en The Inquirer, se ha saldado con el completo éxito del envío del módulo Dragon con 2.000 kilos de cargamento hacia la ISS y con un aterrizaje controlado del cohete Dragon 9 sobre la plataforma flotante que sólo en el último momento y por muy poco no ha culminado también exitosamente.
De hecho el aterrizaje es prácticamente perfecto y sólo la leve inclinación que no logra corregir la entrada en acción de los pequeños motores estabilizadores hace que tras unos segundos con el cohete ya posado el precario equilibrio se decante del lado más inclinado y el cohete finalmente caiga sobre la plataforma.
El propio Elon Musk explicaba en su cuenta en Twitter que el aterrizaje del Falcon fue correcto pero que una excesiva velocidad lateral ha ocasionado que una vez posado el mecanismo estabilizador no haya sido capaz de enderezarlo, con la consiguiente caída.
Esperemos que este haya sido el último intento en el que algo falla, aunque sea por muy poco, y a partir del próximo podamos comenzar a adentrarnos en una nueva etapa de reutilización de estas primeras fases de envíos al espacio que sin duda simplificarán y sobre todo abaratarán el coste de la exploración espacial.
vINQulo
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