Allan Reiss y sus colegas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford sostienen que mientras las mujeres pueden dejar de jugar fácilmente, una parte del cerebro del hombre encuentra esta actividad más adictiva que la droga.
Es decir, que cuando alguien juega a Halo 3, la parte del cerebro que genera sentimientos positivos se activa más en el de los hombres que en el de las mujeres.
En el Journal of Psychiatric Research, este equipo ha publicado un artículo en el que se dice que las diferencias de género explican por qué los hombres se sienten más atraídos hacia los videojuegos que las mujeres. Según Reise, los hombres son más territoriales y por eso los juegos de conquista y agresividad son más populares.
Sólo les faltó decir que el cerebro de las mujeres encuentra mayor “gratificación” en barrer y fregar la casa.
vINQulos
The Inquirer UK
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