Estos superordenadores personales son en realidad servidores clústeres con una carcasa de PC. Se pueden utilizar para una gran cantidad de tareas de supercomputación, desde luego, pero su aplicación más competitiva es la de las hojas de cálculo. Grandes hojas de cálculo. Gigantescas.
¿Y quién va a querer utilizar hojas de cálculo de semejantes dimensiones? Las empresas de servicios financieros, claro, y la gente que gana mucho dinero en actividades financieras de riesgo y cosas parecidas.
Microsoft también ha visto este mercado y quiere tirar su primera piedra con su versión HPC de Windows, además de hacer de Excel una herramienta más servidor que cliente.
vINQulos
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