A las 22:43 GMT de ayer, desde Baikonour (Kazajistán), fue lanzado el cohete ruso Protón con la misión de poner en órbita al satélite Inmarsat 4F3. Se trata del satélite comercial de telecomunicaciones más grande de la historia, según señala BBC Mundo.
La compañía británica Inmarsat, propietaria de este satélite de seis toneladas, se mostró confiada con el éxito de la operación. Un portavoz señaló que la empresa ha estado “muy involucrada en la revisión que se hizo desde que ocurrió la última falla”.
Cabe recordar que, en marzo, el cohete Protón tuvo una falla que dejó a un satélite estadounidense a una altitud errada. Inmarsat 4F3 debe ahora ponerse en órbita a 36.000 kilómetros de la Tierra, sobre el continente americano.
Este es el tercer satélite de Inmarsat lanzado al espacio, ya que el objetivo de la empresa es ofrecer en todo el mundo un servicio de alta velocidad en telefonía e Internet remota.
Inmarsat 4F3 tiene un cuerpo principal de 7 metros de altura, una antena reflectora de 9 metros de ancho y paneles solares de 45 metros. De acuerdo a los técnicos, el satélite debería tener una vida útil de 15 años.
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