Estados Unidos, principal fuente de los ataques de Credential Stuffing contra medios de comunicación

Los ataques de Credential Stuffing muestran un apetito particular por el sector de los medios de comunicación y entretenimiento.

Así lo desvela informe sobre el Estado de Internet/Credential Stuffing en la Industria de los Medios de Akamai 2020, que dice que una quinta parte de dichos ataques se dirigen en la actualidad contra empresas de medios, un objetivo atractivo para los delincuentes.

Akamai observa un incremento interanual del 63 % en los ataques contra el sector de los medios de vídeo, del 208 % en los ataques contra páginas de vídeo y del 630 % contra webs de televisión. En estos dos últimos casos, coincidiendo con una explosión del contenido a la carta. Además, los ataques dirigidos a servicios de vídeo han crecido un 98 %.

A todo esto hay que sumarle el daño a periódicos, revistas y libros. El informe de Akamai habla de una subida del 7000 % de los ataques a contenido publicado.

“Mientras tengamos nombres de usuario y contraseñas, vamos a tener delincuentes tratando de comprometerlos y explotar su valiosa información”, declara Steve Ragan, investigador de seguridad de Akamai y autor del informe. “Compartir y reciclar contraseñas” serían los “factores que más contribuyen a los ataques Credential Stuffing”.

“Si bien educar a los consumidores sobre cómo gestionar las credenciales es fundamental para combatir estos ataques, corresponde a las empresas desplegar métodos de autenticación más sólidos e identificar la combinación adecuada de tecnología, políticas y conocimientos técnicos que puedan ayudar a proteger a los clientes sin afectar negativamente a la experiencia del usuario”, apunta Ragan.

Por países, Estados Unidos es la principal fuente de los ataques de Credential Stuffing contra empresas de medios de comunicación, llegando a los 1100 millones en 2019. El top 3 lo completan Francia y Rusia con 393 millones y 243 millones de ataques, respectivamente.

Mientras, la India es el país más atacado, con 2400 millones de ataques en 2019, justo por delante de Estados Unidos (1400 millones) y Reino Unido (124 millones).