Según se desprende del último estudio de Corero Network Security, la pérdida de confianza y seguridad que experimentan los clientes es la consecuencia más dañina que sufre una empresa después de un ataque DDoS.
Esa fue la respuesta dada por el 50 por ciento de los encuestados, mientras que en segundo lugar quedaron “los ingresos perdidos” tras la acción de los cibercriminales, un punto mencionado por el 34 por ciento de participantes en la investigación.
Dave Larson, COO de Corero Network Security, ha indicado que la disponibilidad de la red o el servicio de una página web es crucial para garantizar la satisfacción y confianza de los usuarios, y vital a la hora de adquirir nuevos clientes en un mercado muy competitivo.
Cuando un usuario final no puede acceder a aplicaciones que requieren de internet, o problemas de latencia afectan de forma negativa a su experiencia de uso, eso afecta directamente a las finanzas de la empresa.
Larson también expone que hasta los ataques DDoS que no son a gran escala pueden tener efectos devastadores contra una empresa, arruinando la experiencia del usuario.
En ese sentido, el ejecutivo desvela que están detectando como los cibercriminales cada vez ponen más en marcha ataques más cortos y pequeños, que pese a no ser muy grandes siguen afectando de forma negativa al rendimiento de las redes empresariales.
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