El ex empleado dice que se enteró de este pacto un año atrás, durante un “Tech Talk” con un ingeniero que forma parte de un reducido equipo que supervisa las cuestiones sobre temperaturas en el interior de los centros de datos.
Google tiene al menos 36 de ellos repartidos por todo el mundo con diseño y patente propia. Una configuración modular que incluye servidores y refrigeradores, permite a la compañía fabricar los mismos en una sede central y más tarde exportarlos a cada centro de datos según las necesidades.
En la industria no es un secreto que Google consume más unidades de proceso y almacenamiento que cualquier otra compañía mundial y de ahí el supuesto “ trato de favor” de su principal suministrador, que además personalizaría la gestión energética de las placas base, algo que no hace con otros clientes.
El ahorro en suministro energético para refrigeración, con el aumento de temperatura de funcionamiento de los chips se estima en un 4%, nada desdeñable a la vista de las impresionantes necesidades hardware de Google.
Intel ha negado toda esta información y Google dice que no revela detalles de su infraestructura ni de sus proveedores.
vINQulos
The Register
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