El mundo farmacéutico y médico es uno bastante más hostil y complicado que el de la tecnología. Ante esta situación, Google ha decidido dedicarse sólo al desarrollo de la tecnología mientras Novartis se encarga del “trabajo sucio” de la certificación y comercialización.
De hecho será la división ocular de Novartis, Alcon, la que se encargará de que las lentillas inteligentes de Google puedan llegar a los usuarios comercialmente. De hecho, las soluciones que proponen son dos. Por un lado el desarrollo de las lentillas para monitorizar los niveles de glucosa en sangre a través del líquido lacrimal, que luego mandarían los resultados a un smartphone inalámbricamente. Por otro, lentillas especiales para la hipermetropía.
Ambas soluciones todavía están lejos de llegar al mercado, no sólo por la parte tecnológica, sino sobre todo por la parte de los certificados y pruebas clínicas necesarias, algo que requiere una inversión de dinero y tiempo importante y que en muchos casos, en lugar de tener la seguridad de los pacientes como prioridad, busca más el beneficio burocrático y los intereses comerciales.
En fin, al menos hay ahora un atisbo de esperanza para que las lentillas inteligentes puedan llegar a la gente algún día y no se queden en una mera curiosidad tecnológica.
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