Además de para tener en casa una ventana completamente diferente de lo habitual, por no hablar de las múltiples e imaginativas posibilidades en el campo de la publicidad en múltiples emplazamientos comerciales.
Una pantalla de 50 pulgadas a través de la cual vemos lo que hay al otro lado mientras que en la misma aparecen imágenes tridimensionales que pueden apreciarse, eso sí, usando las debidas gafas polarizadas.
Por sus características parece que Hi-Sense apunta más a instalaciones en ferias, tiendas o centros comerciales que al mercado doméstico, aunque no hay que desechar que haya algún usuario particular caprichoso y con ganas de tener unas ventanas bien diferentes y se anime a pagar los 3.000 dólares que puede costarmesta pantalla 3D transparente que podría llegar al mercado a mediados de este año.
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