Intel ha iniciado una carrera de fondo en el mercado de chips móviles y para ello dará un giro a su planta de Chengdu en China a fin de lograr sus objetivos.
La compañía invertirá un total de 1.600 millones de dólares para actualizar sus instalaciones, de hace una década, y poder convertirse en un verdadero gigante de chips para dispositivos móviles.
Como recoge The Register, la inversión gira en torno a la última tecnología de chips que prueba Intel y permitirá incorporar a 2.500 empleados a la cadena de montaje para desplegar nuevos avances en su “negocio de movilidad para smartphones, tabletas, el Internet de las Cosas y los dispositivos wearables”.
En la comercialización de chips móviles Intel se ha quedado atrás respecto a rivales como ARM y busca nuevas formas de impactar en este mercado.
La compañía acaba de anunciar que a principios de 2015 unificará en una sola unidad el negocio chips para PC y chips para dispositivos móviles bajo el nombre de Client Computing Group para acelerar su adaptación al cambio.
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