El caso de Joel Tannenbaum se remonta a 2003 cuando recibió una carta de la RIAA solicitando una compensación por la música con Kazaa (7 canciones) que había descargado. Tannenboum ofreció 500 dólares, que no fueron suficientes para que las discográficas le llevaron a juicio cuatro años después.
Juicio, apoyado ahora por la administración Obama, en el que le pueden llegar a exigir más de un millón de dólares, 150.000 dólares por cada canción descargada que es lo que permite la norma estadounidense. Según The Register el vicepresidente Joe Biden es un firme defensor de las actividades de la RIAA contra el P2P y el Departamento de Justicia cuenta entre su personal con una serie de “fans” de la asociación de discográficas.
Tannenbaum, cuenta en su defensa con un grupo de estudiantes de derecho de la Universidad de Harvard con el profesor Charles Nesson a la cabeza, un catedrático que dirige la “Berkman Center for Internet and Society” que como otros muchos colectivos está en contra de una normativa que permite sancionar con 150.000 dólares por canción descargada y pone en solfa la constitucionalidad de la Ley.
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