La crisis, principal señuelo del spam

Jorge de Miguel, responsable de G Data para España y Portugal, analiza el abaratamiento de los servicios de spam y la evolución de la industria del malware.

La crisis está afectando a la práctica totalidad de sectores económicos, y la industria del malware no es una excepción. Según los datos recabados por los laboratorios de seguridad de G Data, el precio en el mercado negro de los servicios de envío de spam ha caído hasta prácticamente la mitad en el primer trimestre de 2009, respecto al mismo periodo del año anterior.

Si en los tres primeros meses de 2007 se pedían 350 euros por enviar 20 millones de correos no deseados y en 2008 su precio ya bajó a 290 euros, ahora tan sólo son necesarios 150 euros para contratar este tipo de servicios fraudulentos.

Este descenso de precios en los servicios ofertados por la industria del malware hace preveer una nueva avalancha de ataques, al ser más asequibles. Por ello, y en línea con la coyuntura económica actual, los fabricantes también tenemos que mover ficha, y en consecuencia desde G Data hemos bajado el precio de nuestras soluciones. Todos los esfuerzos que se encaminen a frenar esta amenaza serán bienvenidos.

Al mismo tiempo, los creadores de malware, aprovechándose como siempre hacen de los asuntos de mayor actualidad, están recurriendo a nuevos ganchos para distribuir código malicioso. Por ello, aquellos que buscan trabajo o necesitan dinero son la presa perfecta, y el spam está recurriendo a asuntos como falsas ofertas de trabajo o créditos bancarios trampa para aumentar su difusión.

Según los datos de los que disponemos, en este momento uno de cada cuatro correos electrónicos no deseados consiste en una oferta de préstamo bancario. A finales de 2008, apenas representaban un 3% de todo el spam enviado, mientras que ahora el 28% de estos correos recurren a este asunto como señuelo. De esta forma, el spam farmacéutico deja de ser el más habitual, tras varios años de hegemonía.

Por desgracia, no se vislumbra una solución a corto plazo para esta lacra, y de hecho en lo que llevamos de año el 72% de todos los correos electrónicos mundiales fue no deseado. En vista de estos porcentajes, se corre el riesgo de llegar a copar el tráfico de la Red, con el perjuicio que ello supondría en la utilización de una herramienta tan valiosa como Internet.

Debido a la gravedad de la situación, cada vez más países occidentales refuerzan su legislación en materia anti-spam. Tal medida está provocando que los ciberdelincuentes se estén desplazando a aquellos países más permisivos al respecto, para escapar de las consecuencias legales de enviar correos no deseados a gran escala. Ante esta situación, conviene estar atento a los servidores alojados en estos “paraísos del spam”, localizados principalmente en la Europa del Este.

A cada paso que la industria del malware trate de dar, debemos ser capaces de responder con un movimiento inmediato. Sólo así lograremos minimizar la incidencia del cibercrimen.