La Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático propone triplicar la producción mundial de energías renovables

España aspira a superar a que el 81 % de la electricidad consumida en 2030 sea de origen “verde”.

A medida que la urgencia de abordar la crisis climática se intensifica, una nueva meta se presenta como el próximo gran objetivo para los gobiernos reunidos en la Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP28): triplicar la producción mundial de energías renovables.

A pesar de las inversiones sustanciales en transición energética, la realidad es que el mundo no avanza lo suficiente para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, según un reciente informe de la consultora Capgemini. La complejidad radica en no solo triplicar la capacidad instalada, sino en aumentar el ritmo de crecimiento anual, según explica Alonso.

La ambición de triplicar la producción de energías renovables se traduciría en una inversión estimada de 5 billones de dólares anuales. Esto, a su vez, permitiría que los países alineen sus trayectorias hacia cero emisiones netas, marcando un paso crucial hacia la mitigación del cambio climático. Sin embargo, el informe de Capgemini destaca desafíos significativos, como el desarrollo aún complicado de la energía eólica marina.

España aspira a superar el 80 % de electricidad “verde” en 2030

Las proyecciones indican que el 75 % de la electricidad utilizada en 2050 provendrá de fuentes eólicas o solares. España, por su parte, aspira a superar este umbral ya en 2030, con la expectativa de que el 81 % de la electricidad consumida en ese año sea “verde”, según la actualización del PNIEC.

No obstante, surge una preocupación: el aumento proyectado en el consumo global de electricidad debido a la electrificación de la movilidad y la industria pesada. Capgemini estima que la demanda eléctrica se cuadruplicará entre 2022 y 2050. Esto plantea la necesidad de expandir las redes eléctricas hasta triplicar su extensión y destaca la importancia crucial del almacenamiento de energía en el desarrollo futuro.

En relación con las baterías, la Agencia Internacional de Energía estima que se requerirán 600 gigavatios hora (GWh) de almacenamiento para 2030. Sin embargo, en 2021, la capacidad de almacenamiento real representaba solo el 10 % de este objetivo. La evolución y rentabilidad de estas tecnologías se vuelven esenciales, según Antonio Alonso.

Empresas españolas ya están dando pasos importantes en esta dirección. Grenergy anunció recientemente la puesta en marcha del mayor proyecto de almacenamiento de electricidad del mundo en Chile. David Ruiz de Andrés, fundador de la empresa, destacó que las baterías serán “el próximo gran cambio” en el sector.

Se plantea la posibilidad de un “resurgimiento nuclear” para complementar la generación renovable, aunque esto genera divisiones en el consenso social. Capgemini sugiere que la capacidad nuclear también deberá triplicarse para 2050. Alonso destaca la importancia de revisar cierres y alargar la vida de las instalaciones existentes.