Hablamos de una fuente de consulta que nació en Edimburgo en 1768 y tiene el honor de ser la primera de su género que se creó en lengua inglesa.
Jorge Cauz, el presidente de la Encyclopedia Britannica, ha asegurado que su empresa debe saber adaptarse a los tiempos y por eso han decidio prescindir de la versión impresa.
Lo cierto es que sus 32 tomos parecen demasiado voluminosos para instalarlos en muchos hogares y seguro que han tenido que ver en el descenso de las ventas de la versión en papel, pero sin duda su mayor enemigo ha sido un competidor gratuito como Wikipedia.
Para Cauz, una importante ventaja de apostar por el ecosistema online es que la enciclopedia se puede actualizar fácilmente y no se necesita esperar meses para tener la información al día.
Asimismo, el directivo cree que los usuarios seguirán apostando por su herramienta frente a sus rivales, ya que a pesar de ser de pago, tiene un prestigio en cuanto a la fidelidad de sus contenidos del que no gozan otras.
¿Seguirán sus pasos otras obras de consulta impresas?
vINQulos
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