Ha sido sin duda la noticia de la semana (y será sin duda una de las más importantes del año).
La histórica Nokia ha sido absorbida por Microsoft. La operación, que ya cuenta con muchas teorías de la conspiración –como aquella que apunta al nombramiento como consejero delegado de Elop, proveniente de Microsoft, como primer paso de la adquisición- deja a Nokia sin su principal razón de ser.
Desprovista del negocio móvil, Nokia se centrará ahora en otro negocio: el equipamiento de redes. Nokia Solutions and Networks genera 18.000 millones de dólares al año. Nokia compró la parte de Siemenes en la joint venture que formaba Nokia Siemens Networks el mes pasado.
Es un negocio seguro, en el que Nokia puede ser competitiva ya que “no malgastará dinero”, según cuenta Daniel Lacalle, de Ecofin, a Bloomberg.
Nokia se enfrentará ahora a nuevos competidores. Las chinas Huawei y ZTE son muy poderosas, aunque la competencia de Ericsson y Alcatel-Lucent será decisiva. Están en juego los contratos con operadores que ya empiezan a acoger la tecnología 4G.
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