Uno de los acicates del uso del móvil en las transacciones financieras es la seguridad. Los usuarios han ido ganando confianza en el nuevo medio con los servicios de avisos y alertas, como por ejemplo la notificación a través de SMS de que la operación se ha realizado con éxito. Además, la plataforma dispone de las mismas garantías de seguridad que la banca online: protocolo HTTPS para realizar una conexión segura y posibilidad de utilizar la firma electrónica, entre otras medidas.
Pago en el móvil Aunque hasta ahora ha corrido desigual suerte, una de las iniciativas más tempranas y con mayor proyección es el pago a través del móvil. Una de las plataformas pioneras en pago móvil en nuestro país ha sido Mobipay.
Este servicio, que ofrecen a sus clientes los tres principales operadores móviles y entidades como BBVA, Santander y Caja Madrid –entre muchos otros-,
permite realizar pagos y otras transacciones bancarias como consultar los saldos y movimientos de las cuentas, de forma similar a un cajero automático.
En la actualidad parece que la idea está resucitando con más fuerza, con la implantación de nuevas tecnologías, como la firma electrónica o el pago en proximidad mediante estándares como
NFC (Near Field Communication). Esta tecnología de conectividad inalámbrica por radiofrecuencia (13.56MHz) permite establecer una comunicación sencilla y segura entre dispositivos electrónicos.
Entre sus aplicaciones –además del intercambio de información y acceso a contenido digital online- figuran el
pago de parquímetros o transportes públicos con tan sólo acercar el móvil al punto de cobro. En Japón, por ejemplo, está muy extendido su uso para una operación tan sencilla como es comprar bebida y comida de las máquinas expendedoras.