Se supone que la RIAA – la versión americana de nuestra querida SGAE – se dedica a proteger los derechos de los artistas. Pero solo se supone, porque parece que su razón de ser es la de llenarse los bolsillos de dinero.
Es lo que demuestran las intenciones de este organismo, que se dedica a demandar a sospechosos de descargar música de forma ilegal para proteger a los artistas y a su modo de ganarse el pan.
Sin embargo, sus intenciones no son en realidad esas: lo que quieren es forrarse a costa de los royalties que se desprenden de las ventas de discos. La RIAA pretende que estos derechos por su música pasen a ser del 9% en lugar del 13% que cobran los artistas actualmente. Vergonzoso que se quieran llevar nada menos que un 13% de la música que escriben e interpretan, de verdad.
Como indican en Gizmodo, grabarla, comprimirla y distribuirla es demasiado trabajo, así que no se merecen tanta pasta.
Sin embargo, la RIAA no es la peor: Apple y otros servicios de venta de música online como Napster sólo les dan a los artistas un 4% de lo que ganan con la venta de cada canción. Si había un momento para hacerse músico independiente, era este.
vINQulos
Gizmodo
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