En este caso amenazaron a Debbie Foster cuando resultó que la persona que compartía archivos era su hija Amanda. Pero esto no detuvo a la jauría, la RIAA siguió adelante con el caso en contra de la madre.
El caso de Oklahoma ha resultado ser un fracaso para la RIAA y sus métodos para demostrar que una persona cualquiera comparte archivos en la red.
Más tarde cuando estuvo totalmente claro que lo de compartir archivos no funcionaría contra Debbie Foster y estaban teniendo una enorme cantidad de publicidad negativa, la RIAA quiso apartarse del caso, soltándole a Debbie Foster considerable cifra por las costas.
La RIAA quería que Foster fuese obligada a cargar con dichas costas porque técnicamente dejó que el caso cayese contra ella. Sin embargo el juez Lee R. West dijo que eso fue “deshonroso” y que las declaraciones de la RIAA sobre los hechos del caso “no eran ciertos”.
El juez tachó el caso de la RIAA contra Foster como “sin pruebas y de poca utilidad”. Encontró que los “motivos eran cuestionables a la luz de los hechos sucedidos en el caso”.
Esta es la primera vez que la RIAA ha tenido que soltar dinero en un caso de este tipo.
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Traducción de Ignacio García de una noticia original de Nick Farrell del 17 de julio de 2007.
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