Resulta curioso que hayan apostado por una tecnología que aún no dispone de un estándar final y que sigue confundiendo a los usuarios por la incompatibilidad que había entre algunos dispositivos en los primeros pasos de la andadura de 802.11n.
No obstante, Duke parece estar plenamente segura del rendimiento de 802.11n, ya que harán uso de 2.500 puntos de acceso Cisco Aironet 1250 Series, que permiten la conectividad a este tipo de tecnología inalámbrica. Según los responsables de Duke, esta iniciativa les permitirá ampliar la experiencia educativa ya que podrán contar con una cobertura y velocidad de transmisión mucho mayor que la de las redes tradicionales.
45.000 personas entre estudiantes, profesorado y plantilla adicional rondan un campus que a partir de ahora podrá presumir de una conexión inalámbrica de alta velocidad, y de hecho también los usuarios de equipos con conectividad 802.11g podrán seguir conectándose a ella.
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