Las empresas regulan el uso de las redes sociales entre sus empleados

Unidad Editorial reabre el debate sobre la conveniencia de limitar el uso que los trabajadores hacen de plataformas como Facebook o Twitter, cuestión que trasciende de las compañías de carácter periodístico.

Guías de otros medios

Lo que Unidad Editorial ha planteado no es ni mucho menos nuevo en el sector de los medios de comunicación. Tal y como explicaba en un reciente artículo Mario Tascón, ex director de Elmundo.es y Elpais.com, varias empresas nacionales y extranjeras ya han regulado el modo en que sus periodistas emplean las redes sociales. A nivel global, la American Society of Newspaper Editors (ASNE) publicó una guía que animaba a los periodistas a identificarse como tales en las redes sociales; ser transparentes y admitir los errores cometidos en Internet; y a mantener fuera de estas plataformas las informaciones internas confidenciales.

Asimismo, las agencias de noticias han sido muy activas a la hora de establecer normas. En este sentido, Reuters exige a sus empleados la autorización previa de sus responsables antes de utilizar las redes sociales como herramienta profesional. Bloomberg es menos restrictiva, aunque anima a que sus periodistas enlacen preferentemente las noticias de la propia agencia. Todas estas empresas, incluidas France Press o Associated Press, exigen también que sus trabajadores distingan las cuentas privadas de las profesionales.

En España, la agencia EFE publicó hace varios meses su propia guía siguiendo las directrices anteriormente citadas. Tal vez el punto más polémico era el que señalaba que la agencia se reservará la propiedad de las cuentas profesionales, para las que requiere la autorización de la empresa, equiparándolas con el correo corporativo.

En el caso de periódicos y televisiones encontramos todo tipo de tendencias. Hay guías muy poco restrictivas, como las de la cadena británica BBC o el diario estadounidense ‘The New York Times’, que animan a sus empleados al uso de las redes sociales sin incluir apenas indicaciones sobre cómo hacerlo. Pero también hay otras, por así decirlo, más intervencionistas. Es el caso de la del norteamericano ‘The Washington Post’, que directamente suprime la distinción entre cuentas profesionales y privadas, al entender que los periodistas son siempre periodistas.

Tras este amplio repaso, Mario Tascón llega a la conclusión de que las guías ideales deberían girar, como máximo, alrededor de tres puntos fundamentales: proteger la imagen de marca de la compañía; distinguir lo público y lo privado; y establecer unas reglas para la coexistencia de un trabajo profesional cada vez más multisoporte. O dicho en palabras de John Robinson, editor de ‘The Greensboro News & Record’: “Mi política de medios sociales es ésta: no sean estúpidos”.