El continuo desarrollo internacional en legislaciones referidas a la protección de datos y la privacidad de los ciudadanos conseguirá que en el año 2024 el 75 % de la población mundial tendrá estos derechos protegidos.
Así lo afirma un estudio de Gartner, donde también se especifica que el reto estará en que la responsabilidad sobre dicha protección quedará transferida a los departamentos de tecnología de las propias organizaciones, en las que por el momento aún no existe una práctica consolidada al respecto.
Una consecuencia de esto será que las grandes organizaciones deberán afrontar importantes aumentos de sus presupuestos destinados a esta materia, con un cálculo de Gartner que estima en más de 2,5 millones de dólares el presupuesto medio para el año 2024 que deberán dedicar estas grandes empresas para cumplir con los requisitos legales sobre estas regulaciones de protección a la privacidad de sus usuarios.
Otro de los retos que deberán abordar las grandes organizaciones es la ubicación de los servidores que albergan la información de sus usuarios. Debido a las diferencias en las regulaciones legalmente vigentes en los distintos territorios del mundo y como consecuencia de la globalización, la Nube se convierte en un territorio contradictorio, con efectos internacionales pero sujeta a legislaciones nacionales muy distintas de los territorios de origen o residencia de aquellos a quienes afecta.
En función de la naturaleza de la regulación en cada territorio las organizaciones deberán ajustar su estrategia de protección a los derechos de privacidad de sus usuarios. Esto obligará a que la planificación relativa a la localización de servidores y datos sea prioritaria. Y tan pronto como dentro de sólo dos años.
Para ayudar a las organizaciones a la hora de procesar datos y mantener la seguridad y la privacidad de los datos un aliado imprescindible será la inteligencia artificial (IA). Aunque según Gartner las organizaciones deberán ser extremadamente cuidadosas en este aspecto puesto que hasta un 40 % de ellas han sufrido una brecha de privacidad relacionada con el uso de la IA.
El gran problema llegará con el tiempo, cuando la regulación también alcance el área relacionada con la IA y el proceso de “desenmarañar” los datos afectados requiera de un elevado coste para que las organizaciones puedan afrontarlo y cumplir así con la normativa que entonces esté vigente.
Con la generalización del teletrabajo tras el inicio de la pandemia y la proliferación de los entornos híbridos presenciales/a distancia también se ven afectadas las empresas por la potencial amenaza a la privacidad de los datos de clientes y empleados, debiendo variar las empresas, según el informe de Gartner, su enfoque sobre la privacidad, reduciendo al mínimo la monitorización de datos.
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