Además de estos despidos, unos 750 puestos serán transferidos a los mercados emergentes más próximos a los proveedores y fabricantes de Lenovo. El efecto en red de esta reducción laboral afectará a unos 650 puestos más, y la mayoría de los cambios esperan completarse de aquí a un año, según la compañía.
Lenovo espera así ahorrar unos 100 millones de dólares durante el año fiscal 2007-2008, dinero que será reinvertido, en su mayoría, en iniciativas estratégicas para la compañía.
“No hay duda de que hemos hecho un importante progreso el pasado año, pero está claro que necesitamos acelerar este progreso para ser tan rentables y eficientes como nuestra competencia”, explicó William J. Amelio, presidente y director ejecutivo de Lenovo. “Estas acciones son necesarias para que podamos reducir gastos y hacer crecer nuestro negocio.”
Las claves del plan de negocio de Lenovo incluyen el hacer más eficiente la organización de la cadena de suministros global de la compañía y alinear el trabajo más conforme a la base de suministro; integrar las pruebas de software en las operaciones en China de Lenovo; integrar más funciones claves en el soporte de clientes; mejorar las ventas y el marketing y centralizar los equipos y alinear los recursos y las inversiones multinacionales.
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