Resulta que las ediciones digitales de los libros llegarán gravados con un impuesto mucho mayor que la edición impresa del mismo debido a que no llegan en ningún soporte físico y por tanto tienen que tributar como servicio prestado por vía electrónica.
Es decir, que si el eBook llegase en un soporte físico como CD o pendrive, sí podría tributar al 4%, IVA superreducido en el que se encuentran los libros físicos.
Ello hará que las ediciones digitales se acerquen en precio a las impresas por lo que quizá en cierta manera no compense la inversión en un lector de eBooks. Es curioso ver cómo estamos ante otro desplante de González-Sinde quien anunció el año pasado que los eBooks disfrutarían de IVA superreducido.
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