Los textos académicos universitarios son precisamente uno de los objetivos de un mercado que podría simplicar de manera drástica el manejo y gestión de estos contenidos y materiales de enseñanza. Más aún en Estados Unidos, donde un estudio ha señalado que cada estudiante universitario se gasta de media 409 dólares por semestre en libros de texto.
La Universidad de Texas en Austin está tratando de mejorar ese apartado, y está considerando los libros de texto electrónico como alternativa a los tradicionales “tochos del cole” que todos los alumnos deben utilizar para poder tener un apoyo sólido en cada asignatura. Y puede que lo logren, si las medidas DRM que están investigándose no llegan a buen término y si los lectores (Kindle está apostando fuerte aquí) logran popularizarse de forma amplia.
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