Bueno, tampoco es que esté pensado para usarse mientras vas de buceo, pero para el usuario normal, que en alguna ocasión puede encontrarse con algún problema líquido en la vida de su smartphone, el Moto G supera con creces lo que se podría esperar de él. Sumergirlo brevemente en agua unos segundos no le afecta en absoluto y tenerlo 30 minutos lo deja un poco “aturdido”, pero con secarlo un poco vuelve a funcionar perfecto.
De hecho sus desarrolladores indicaban que su interior usa un recubrimiento de nanopartículas superhidrofóbicas para evitar daños por agua, algo bastante mejor que lo que Apple o Samsung suelen hacer, colocar simplemente un sensor que indica si el smartphone ha tenido contacto con algún líquido y poder excluirlo de la garantía.
Motorola ha preferido ayudar a los usuarios, en lugar de criminalizarlos, y mejorar el Moto G, lo cual es toda una buena noticia para sus usuarios y esperemos que también un paso a seguir por el resto de fabricantes.
Pero para que veáis sus superpoderes acuáticos lo mejor es este vídeo en que Erica Griffin lo ha puesto a prueba. El vídeo es largo pero podéis ver algunas partes sueltas en la que el Moto G se ve funcionando bajo el agua para comprobarlo.
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