Nextbit, que hasta ahora se había decantado por el desarrollo de software centrada en la nube, ha querido diseñar su propio smartphone uniéndose a la corriente tan de moda entre los fabricantes asiáticos, el cual contará con una novedosa característica: aprovechará todo el potencial que ofrece la nube.
La idea es que desaparezcan los límites de almacenamiento, teniendo su punto fuerte en la interacción con el software dedicado a la nube. además de centrarse en la sincronización de ficheros con otros dispositivos Android.
Según de las declaraciones de Tom Moss, sabemos que se trata de un teléfono de gama alta, con un precio que oscilará entre los 300 y 400 dólares, y que se pondría a la venta el próximo 1 de septiembre. Un terminal que irá mejorando con el tiempo a medida que las actualizaciones de software mejoren su rendimiento, y los servicios en la nube amplíen su capacidad.
En cuanto a su diseño, podríamos esperar un teléfono fabricado en plástico, lo que a priori no parece precisamente atractivo para un teléfono tan impresionante como prometen.
Así que sin un nombre consolidado, si Nextbit quiere competir con las compañías actuales tendrá que presentar realmente un teléfono mejor que otros ya conocidos, de momento tendremos que esperar algo más de dos semanas para ver que nos ofrecen.
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