Hay que tener en cuenta que la Unión Europea multó en julio a Intel por violar las leyes de la libre competencia al vender chips más baratos a los clientes estratégicos. Ahora Intel tiene de plazo hasta enero para responder oficialmente a la demanda.
Según Paul Otellini, el argumento que utiliza la UE para culparles, el del precio, es erróneo. Otellini dijo a Business Week que los informes enviados por la Comisión sobre el papel de Europa regulando a las compañías dominantes “son preocupantes. Si adoptan esa postura con nosotros, o con Qualcomm o Microsoft, es porque somos americanos”.
Otellini señaló que si los europeos no aflojan la mano en el caso contra Intel, “lo peor que podría pasar es que tuviésemos que pagar un cheque” (Las multas podrían ascender a 3.200 millones de dólares). ¿Significa eso que no están dispuestos a cambiar de política monopolística?
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