La crisis económica no deja de modificar los planes de las compañías. En esta ocasión, Panasonic es la empresa que debe reducir su estructura para enfrentar los problemas financieros.
El fabricante japonés anunció que cerrará las fábricas en el extranjero que no cumplan con los criterios de rentabilidad de la firma. A través de un comunicado, Panasonic comentó: “La compañía racionalizará sus operaciones, y es muy posible que abandone aquellos negocios y productos que hayan tenido resultados negativos desde 2007”.
Las medidas incluyen un recorte del 23% de la inversión en la producción de televisores de plasma para el periodo 2010-2012. La reducción supone que la empresa destinará hasta 445.000 millones de yenes (unos 3.577 millones de euros) al sector, principalmente a las plantas de Himeji y Amagasaki.
Pese a esta decisión, Panasonic ha incrementado su objetivo de ventas para el próximo año fiscal que finaliza en marzo de 2010, ya que espera comercializar unos 15,5 millones de televisores de pantalla plasma. “Los objetivos para el próximo ejercicio fiscal deben tener en cuenta el actual entorno económico. La empresa prevé un duro entorno de negocio en el que la recesión global y el hundimiento de la demanda coinciden con cambios en la estructura de mercado, que incluirán la expansión en los mercados emergentes y un cambio hacia productos de menor precio”, destacó la empresa según recoge Europa Press.
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