Se trataría por un lado del iPhone 5S, una versión del iPhone 5 con ciertos aspectos del hardware renovados, como la posible inclusión de un nuevo procesador A7 y hasta un sensor de huellas digitales.
Mientras que por otro veremos una apuesta más arriesgada, el iPhone 6, que plantearía un tamaño de pantalla más grande, cercano a las 5″, lo que permitiría además que fuera más fino gracias a la redistribución de componentes.
La idea del iPhone 6 sería competir con los nuevos estándares de pantallas actuales, que fijan las 5″ y 1080p como lo normal. Está claro que Apple no se caracteriza por seguir estándares, pero la búsqueda de una pantalla más grande comparada con la del iPhone 5, tendría sentido.
Los seguidores de Apple podrían pensar que todas estas afirmaciones no tienen ningún sentido, pero cabe recordar la dicotomía tabletera de Apple con su iPad e iPad mini, algo impensable hace unos años, junto con la apresurada aparición del iPad 4 para incluir puerto Lightning.
Sea como sea, este año toca un nuevo iPhone, veremos con que nos trata de sorprender la compañía manzanesca.
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Además, la compañía dejó atrás las pérdidas durante el primer trimestre de 2024.