Ambos móviles se mueven el mercado Premium y los expertos consideran que no hay razones que justifiquen la diferencia de precio entre el modelo de Nokia y el de Samsung.
El problema que tiene la compañía finlandesa es que el suyo es un dispositivo gobernado por Windows Phone, un sistema que no ha terminado de calar entre el público y cuya cuota de mercado está cercana al 3 por ciento.
Nick Dillon, analista de la firma Ovum, opina que los usuarios corren un riesgo si eligen un sistema operativo con tan poca implantación, por lo que lo que lo normal es que no estén dispuestos a pagar más por este modelo si los de la competencia vienen con un sistema consolidado y fiable.
Por otro lado, aunque se desconoce todavía el precio final en España, los datos de Italia y Alemania muestran que allí se venderá libre desde 599 euros y 649 euros respectivamente, mientras el Samsung Galaxy S3 puede comprarse en ambos países por 530 euros.
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