Creado para identificar fallos en la forma en la que los navegadores cargan las páginas web, los test de la WaSP se remontan a 1998, cuando el Acid original ayudó a superar los problemas de inconsistencia de los navegadores y aseguró que los códigos de IE, Netscape y otros navegadores HTML cumplían con las especificaciones.
Acid2, centrado en las CSS, parece una bagatela en comparación con los objetivos de Acid3. De hecho, ninguno de los navegadores actuales cumple con las exigencias del test, obteniendo puntuaciones que oscilan entre los 40 y los 60 en una escala de 100.
Los resultados no deberían sin embargo alarmar a nadie, porque la naturaleza de Acid ha sido siempre la de establecer “criterios ideales” y medir estándares hacia los que aspirar. Además, quedan aún seis meses para que salga la próxima versión de Safari (la 2.02), que fue el primer navegador que consiguió superar con nota el Acid2.
vINQulos
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