El paso de Samsung por la feria del móvil más importante del mundo ha ido unida al Galaxy Note 10.1. La surcoreana quiere reservar el lanzamiento de su próximo Galaxy S3, y hacer un evento único y exclusivo, sin compartir el protagonismo con otros actores.
Otra de las informaciones más jugosas que ha dejado el paso de la firma por el MWC, es que ya está en sus planes la producción en masa de pantallas flexibles. Si bien dos ejecutivos de la compañía no se ponen de acuerdo en los plazos, es un proyecto que toma forma y que llegará al gran público.
“Las pantallas flexibles se comercializarán dentro de un año”, ha dicho el responsable de pantallas móviles de la firma en su intervención durante el Mobile World Congress de Barcelona.
Celestino García, director de innovación de la compañía, admite a La Vanguardia, que esta tecnología llegará al gran público en “dos años”.
No se conoce el grado de flexibilidad de estas pantallas, pero se cree que se tratará de una curvatura mucho más extrema que la que tiene en la actualidad el Galaxy Nexus (con un contorno levemente curvado).
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