Las grandes firmas coreanas Samsung y LG llevaban tiempo solicitando permiso a las autoridades chinas para construir varias fábricas dentro de su territorio, en las que fabricar paneles LCD.
Entre las dos compañías superan el 50% de cuota de mercado en este segmento y acaban de recibir luz verde para comenzar la construcción. Como no podía ser de otra forma, los bajos costes en diversos aspectos como el de mano de obra son los motivos principales para pasar de Corea del Sur a China.
Se estima que inviertan un total de 6.000 millones de dólares, aunque en estas instalaciones tan sólo se llevará a cabo el ensamblaje de los paneles en su proceso final de tal forma que se evite en la medida de lo posible el robo de propiedad intelectual, algo muy habitual en el país asiático.
Una vez que estas fábricas se encuentren a pleno rendimiento, China se convertirá en el mayor fabricante de paneles LCD, no sólo para el mercado informático sino también el de la electrónica de consumo.
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