San Francisco limita los alquileres de Airbnb a 60 días al año

La nueva norma podría tener repercusiones importantes para Airbnb, si otras ciudades en litigio con la plataforma copian el ejemplo de San Francisco.

La Junta de Supervisores de la ciudad de San Francisco acordó ayer martes limitar el numero de días que los propietarios podrán alquilar casas y apartamentos a través de las plataformas de alojamiento. Serán solo 60 días por año.

Un portavoz de Airbnb declaró tras conocer la decisión: “Estamos decepcionados en nombre de los miles de franciscanos de clase media que se verían perjudicados por esta propuesta arbitraria que no hace nada para arreglar el sistema de registro”.

Esta nueva norma llega después de años de tira y afloja entre la ciudad californiana y Airbnb, y podría tener repercusiones importantes para la compañía de alquiler de viviendas. Airbnb, que gestiona más de 2 millones de alojamientos en casi 200 países, está librando diversas batallas con legisladores de todo el mundo. Ayuntamientos de otras ciudades buscan en San Francisco, uno de los mercados iniciales de la plataforma, un ejemplo para regular mejor las actividades de la startup, por lo que esta decisión podría tener un efecto rebote.

San Francisco fue una de las primeras ciudades en el mundo que legalizó los alquileres a corto plazo, en octubre de 2014. La ley Airbnb requiere que todos los anfitriones de Airbnb se inscriban en un registro de la ciudad, recauden los impuestos de ocupación transitoria y posean un seguro de responsabilidad civil. Desde entonces, se han introducido varias enmiendas para reforzar la ley, informa CNET.

Sin embargo, la ciudad californiana bulle de críticos con Airbnb, que acusan a la empresa de contribuir a la crisis de la vivienda, ya que muchos propietarios retiran viviendas del mercado de alquiler a largo plazo para capitalizar los alquileres a corto plazo. Más del 75% de los 7.000 anfitriones de Airbnb en San Francisco no están registrados pero sus anuncios siguen apareciendo en el sitio, en contra de lo estipulado, según denunció el supervisor de San Francisco, David Campos.