Parece que Peter Chou, CEO de HTC, manifestó en una reunión ejecutiva celebrada a finales de 2012 que dimitiría si la nueva versión del teléfono insignia de la compañía, HTC One, no logra ser un éxito.
El fabricante ha retrasado la llegada al mercado del nuevo terminal debido a cuestiones logísticas de suministro, como adelantó en su momento The Wall Street Journal.
La cuestión es que con la fuerte caía de ventas que está experimentado el fabricante, los proveedores empiezan a no tenerle en cuenta como un gran jugador en el mercado.
“Ya no se nos ve como un cliente tier-one”, ha puesto de manifiesto un ejecutivo de la empresa, según Business Insider.
El anuncio del retraso del nuevo HTC One parece que ha dejado de lado las grandes expectativas que hay puestas en él. HTC está luchando por sobrevivir a uno de los momentos más complicados de sus últimos tiempos.
La fecha de entrada en algunos mercados será abril, lo que significa que podría debutar en la misma época con el esperado Samsung Galaxy S4, un teléfono con mucho más bombo y ruido.
El nuevo HTC One quiere distinguirse de los rivales con un software que incluye más característica personalizadas para redes sociales, fotos y vídeos, entre otras.
Hace tan solo unas semanas la compañía dio a conocer sus resultados del mes de febrero, el peor de los últimos tres años con un descenso del 44% respecto al mismo mes del año anterior y unos ingresos de tan solo 384 millones de dólares.
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