Según informan fuentes cercanas a la negociación, la intención de Sony es adquirir la participación de Ericsson para competir en solitario con sus rivales más directos como Apple, Samsung, HTC, LG, Motorola y compañía.
De esta forma se daría por finalizada la trayectoria de la sociedad conjunta que ambas compañías formaron hace ahora una década.
Al parecer, Sony no está del todo satisfecha con el rendimiento de los terminales Sony Ericsson y pretende independizarse de su partner para unir la unidad de negocio de telefonía móvil al resto de la compañía.
Este movimiento permitiría a la multinacional nipona integrar la división de smartphones en su negocio de tabletas, consolas portátiles y ordenadores para ahorrar costes y lograr una mejor sincronización en el proceso de desarrollo de dispositivos móviles.
El acuerdo para disolver la joint venture estaría ya bastante avanzado, aunque al parecer las negociaciones están siendo arduas y podrían romperse en cualquier momento ya que hay discrepancias en relación al precio que Sony debe pagar para comprar a Ericsson su participación y su parte de la cartera de patentes. Los analistas estiman que la participación de la firma sueca oscila entre 1.000 y 1.700 millones de dólares.
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