Según la noticia de Reuters, ese recorte de prerstaciones animó al mercado bursátil, ya que sus acciones subieron un 3% en el el NASDAQ. Parece que los norteamericanos se alegran de que los europeos nos quedemos sin poder jugar a los juegos compatibles con la PS2.
Porque es precisamente lo que Sony ha provocado con ese recorte de gastos: el chip que se encargaba de ofrecer dicha compatibilidad ha sido eliminado, lo que hará que quien compre la PS3 a partir del próximo 23 de marzo – pobres incautos – se encontrará con una consola recortada en prestaciones.
La noticia indica que en lugar de eso Sony incluirá un chip que procesa los gráficos para los juegos de la PS2, pero eso limitará con mucho los títulos de la anterior PlayStation que serán compatibles con la PS3.
Sigue así, Sony, sigue así. µ
vINQulos
Reuters
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