Telefónica, el primer inversor español en Latinoamérica entre 1997 y 2002

Después de la operadora, entre las organizaciones con inversiones
directas en la zona figuran Repsol YPF y las entidades financieras SCH y
BBVA.

Telefónica invirtió 31.598 millones de euros en Latinoamérica en el

período 1997-2002, lo que la sitúa en el primer lugar entre las empresas

españolas con inversiones directas en Latinoamérica, con un porcentaje

del 34,7 por ciento del total. Según los datos recogidos en un informe

de la compañía, el total de las inversiones españolas en este período se

elevó a 89.791 millones de euros.

Así, tras el grupo

Telefónica se sitúa Repsol YPF, con gastos de capital por importe de

20.929 millones de euros, un 23,3 por ciento del total. En tercer y

cuarto lugar aparecen los dos bancos españoles con intereses en

Latinoamérica. De hecho, SCH invirtió 15.145 millones de euros entre

1997 y 2002, lo que significa el 16,9 por ciento del total, y BBVA 8.996

millones de euros, un 10 por ciento de la inversión global.

Junto a esto, la mayor parte de la inversión de Telefónica en esta

región ha ido destinada a la telefonía fija, especialmente en países

como Brasil, Argentina, Chile y Perú, circunstancia que le ha permitido

desempeñar un papel clave en el desarrollo del sector.

Por otra parte, Telefónica destaca que es la primera compañía de ADSL en

Latinoamérica, con una previsión de más de 700.000 accesos,

aproximadamente el 4 por ciento del total de líneas, a finales de 2003.

Según las estimaciones del grupo, en 2006 contará con entre 2,1 y 2,4

millones de líneas ADSL, entre el 10 y el 11 por ciento del total.

De forma paralela, el grupo presidido por César Alierta considera que la

aplicación en Latinoamérica de modelos regulatorios similares a los de

Estados Unidos y Europa no ha dado los resultados deseados, debido a que

se trata de una realidad distinta, caracterizada por una baja

penetración relativa y por la falta de infraestructuras.

De

acuerdo con esto, Telefónica solicita a los gobiernos de los países

latinoamericanos que garanticen la seguridad jurídica y la estabilidad

regulatoria como medios para promover la inversión. Entre las

condiciones básicas defendidas por la compañía se encuentran el

mantenimiento de las reglas del juego y de las licencias a corto plazo.