Reponder correos electrónicos y llamadas cuando ya se ha apagado el ordenador del trabajo y ya se ha dejado atrás la oficina sí tiene precio.
Llevarse la BlackBerry a casa debería ser compensado económicamente, como demuestra una reciente petición de los trabajadores de dos de las grandes compañías de Estados Unidos. Los empleados abogan por que se les pague un plus por el tiempo que dedican fuera de su horario laboral a contestar a las llamadas y a los correos electrónicos que reciben en sus smartphones corporativos, como publica ITespresso.
Según el portal especializado tanto los empleados de T-Mobile como los de CB Ellis han presentado una petición formal para que se incluya esta remuneración en sus incentivos laborales y que así se empiece a valorar la invasión del espacio privado que supone estar siempre conectado al teléfono inteligente.
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