Toshiba ha revelado más irregularidades contables.
A los 1.300 millones de dólares de contabilidad fraudulenta en el ejercicio 2009 se suman ahora 5.800 millones de yenes (51,30 millones de dólares) inflados en su beneficio pasado debido a siete nuevos errores de contabilidad, tal y como recoge Reuters.
Toshiba ha explicado que había tratado estos errores adicionales como pérdidas en los informes financieros de dos trimestres (hasta diciembre) y que no los había anunciado públicamente porque la cantidad era inferior al umbral que requiere la regulación para su divulgación.
Continúan las dudas sobre el compromiso de la compañía por mejorar la transparencia.
En la fijación de responsabilidades de estos últimos errores, Toshiba “ha castigado” a 40 empleados más, además de los 26 por el escándalo inicial.
Tras los acontecimientos, el presidente ejecutivo, Masashi Muromachi, ha anunciado más de 10.000 recortes de empleo y planes para vender sus divisiones deficitarias de portátiles y electrodomésticos.
La compañía dará a conocer este viernes su estrategia de negocio para el próximo año fiscal, que, según los analistas, incluirá la venta de más unidades de negocio para impulsar sus finanzas.
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