Se confirman así los malos presagios que auguraban un fracaso absoluto del servicio experimental de venta de música creado por dos de las grandes discográficas, sobre la base de las suscripciones, con DRM y más caro que algunos de sus competidores como iTunes.
Después de una ronda de despidos y el cierre del servicio de música en streaming, Ruckus, adquirido por TotalMusic el último año, los medios ya especularon con las dificultades del servicio.
Ahora Jason Herskowitz, vicepresidente de gestión de la compañía, confirma que las discográficas han tirado la toalla y que van a cortar la financiación al servicio en tiempos económicos difíciles y cuando la industria de la música “necesita desesperadamente iniciativas innovadoras”, dicen desde TechCrunch.
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