El sistema utiliza patrones de comportamiento humano y sus movimientos y los utiliza para simular el comportamiento de una multitud en situaciones difíciles. Es lo que se llama “metodología basada en agentes”. Puede poner personas individuales o “agentes”, cada uno con características diferentes de edad, sexo, tamaño, etc. en el sistema y registrar su forma de procesar la información que obtienen del mundo que les rodea. Cada agente interpretará la información y reaccionará de forma diferente.
Como sostiene Paul Torrens, director del proyecto en la universidad estatal de Arizona, funciona “de la misma manera en la que nosotros procesamos la información en el mundo real”. Aunque no seamos conscientes de ello, cuando caminamos por una calle llena de gente, nuestro cerebro registra continuamente los alrededores y planea el camino que nos lleva a donde queremos ir, detectando simultáneamente los obstáculos.
Con este sistema, se podrían planear los espacios más óptimos de paseo en las ciudades y diseñar vías de descongestión, entre otras muchas aplicaciones.
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