El US Homeland Security puede haber sufrido un robo de datos

Bien es sabido que los hackers decididos no se detienen ante nada. Su última víctima, según el Washington Post, podría haber sido el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos. Uno de los mayores contratistas de este departamento, US Investigations Services, ha revelado que sus sistemas informáticos se vieron afectados por los piratas informáticos.

La consecuencias más probable del ciberataque es el robo de información personal de los empleados del US Homeland Security, en lo que “tiene todas las características de un ataque patrocinado por un Estado”, según han manifestado fuentes de US Investigations Services.

“Los expertos que han revisado los hechos reunidos hasta la fecha creen que tiene todas las características de un ataque patrocinado por un Estado“, afirma US Investigations Services en un comunicado publicado en su sitio web. “Vamos a apoyar a las autoridades en la investigación y cualquier enjuiciamiento de las personas que se determinen  responsables de este ataque criminal”, concluye la compañía.

Aunque el alcance de la violación de los sistemas de US Investigations Services no está claro todavía, el US Homeland Security ha suspendido sus trabajos con el contratista para estar seguros de que no hay fugas de datos.

“Nuestros análisis han llegado a la conclusión de que algunos miembros del personal del departamento pueden haber sido afectados, y el US Homeland Security así se lo ha notificado a la totalidad de su plantilla”, declaró el portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Peter Boogaard, al Washington Post. “Tenemos el compromiso de garantizar la privacidad de nuestros empleados y estamos tomando medidas para su protección”.

Esta no es la primera vez que una institución gubernamental estadounidense es foco de un ataque cibernético del que acusa a un Estado extranjero. Durante años, Estados Unidos ha denunciado la vinculación de hackers con el ejército chino, algo que ha negado rotundamente el gobierno de China. Con la creciente hostilidad de EEUU hacia  algunos países de Oriente Medio y Europa del Este, ha crecido el plantel de potenciales acusados ​​de patrocinar ataques cibernéticos.