Windows Server despide los 32 bit

El lanzamiento oficial del último sistema operativo para servidores de Microsoft –Windows Server 2008-, tendrá lugar el próximo 27 de febrero. Conocido como Longhorn, se trata de un software preparado a conciencia, después de que la firma haya lanzado ya tres versiones ‘preview’ testadas por partners y clientes.
Como primera valoración, el nuevo sistema -disponible como es habitual en versiones Web, Standard, Enterprise y Datacenter-, está pensado para dar el adiós definitivo a la informática de 32 bits. De hecho, Microsoft estima que más de la mitad de las descargas que se realizan desde su página web se enmarcan en los 64-bits, al romper el límite de los 4 Gb de memoria soportada y debido a la proliferación de chips compatibles de Intel y AMD.
Pero Longhron no se queda ahí, sino que incluye múltiples novedades en los ámbitos de virtualización, Network Access Protection, alta disponibilidad, Server Core, PowerShell, además de una versión actualizada de Terminal Services e Internet Information Server.
La aproximación de Microsoft al mundo de la virtualización arrancó en febrero de 2003 con la adquisición de la firma Connectix. Por entonces, los usuarios demandaban una máquina virtual capaz de simplificar las actualizaciones del sistema a la par que mantuviera el soporte para las aplicaciones heredadas.

 
La llegada del hypervisor

En la actualidad, los requisitos han cambiado, y Microsoft responde con Hyper-V Server, también conocido como Viridian. Es la primera solución del fabricante basada en tecnología hypervisor; es decir, la posibilidad de que los sistemas operativos virtuales invitados en una máquina no requieran un sistema operativo host o base para funcionar.
Hyper-V Server ya cuenta con una versión preview disponible para descargar junto a Windows Server 2008 RC1, y habrá otra beta con el lanzamiento oficial de Lonhorn el próximo 27 de febrero.

La versión definitiva tardará algo más: llegará en un plazo máximo de 180 días desde el lanzamiento de Longhorn, y competirá directamente con VMware y XenSource (ahora en manos de Citrix). Según Microsoft, esta solución puede consolidar servidores en producción en ratios de 8 a 1 y espacio rack de 32u a 2u.
Además, el nuevo Windows Server cuenta con un nuevo mecanismo de instalación llamado Server Core. Se trata de un sistema modular basado en roles que no utiliza una interfaz gráfica, sino líneas de comandos y con una apariencia que recuerda a Linux.
Esto supone menor mantenimiento y actualizaciones y mayor protección, permitiendo a los administradores una instalación de 1 Gb versus 6 Gb al prescindir de aplicaciones cliente como Internet Explorer con el fin de evitar vulnerabilidades. Y para aquéllos más cómodos con un entorno gráfico, éste se puede utilizar en remoto.

Power Shell y Terminal Services

Otro aspecto a destacar es el nuevo entorno de script destinado a desarrolladores y administradores de bases de datos. Denominado Windows PowerShell o Microsoft Command Shell, parece que ha gustado entre los profesionales TI.

Consiste en un sistema que difiere de los tradicionales Unix y pretende utilizar menos líneas de código para ejecutar la misma tarea. Con PowerShell, los responsables TI deberían ser capaces de crear y almacenar potentes ‘scripts’ o líneas de comando que pueden ejecutarse de forma local o remota y en una gran variedad de lenguajes.
Esto deriva en la ejecución de muchas tareas administrativas con una menor dificultad de programación, al integrar 130 herramientas para controlar y automatizar rutinas y ejecutar los ‘scripts’ pre-existentes.
Como complemento, Windows Server 2008 incluye una versión mejorada de Terminal Services para conectarse a equipos y aplicaciones remotas, con una apariencia muy similar a Citrix y prácticamente eliminando las diferencias entre un usuario local y otro remoto. Terminal Services Web Access permite la misma flexibilidad de aplicaciones remotas a través de un navegador web.

Como resultado, ya no es necesario lanzar todo un entorno Terminal Services para acceder y correr aplicaciones corporativas internas. Con TS Gateway -un túnel VPN SSL que corre sobre el puerto 443-, el usuario fuera de la red puede ejecutar una sesión RDP en cualquier PC vía HTTP.

Igualmente, hemos querido destacar Network Access Protection (NAP) como sistema de control de parches y cumplimiento de políticas antivirus en los equipos de la red.
Aunque no está pensado para reemplazar al cortafuegos y no se trata de un software de distribución de herramientas, NAP plantea requerimientos de ‘sanidad’ para aquellos clientes que deseen conectarse y pone en cuarentena a los equipos que sea necesario. Tampoco hay que olvidar que Longhron se refuerza en capacidades de ‘clustering’ y alta disponibilidad. Mientras Windows Server 2003 contaba con ‘failover clustering’ y balanceo de carga de red, el nuevo sistema simplifica las configuraciones en cluster y permite extender estos recursos geográficamente, además de blindar los entornos de balanceo de carga.
Hasta los mayores detractores de Microsoft están de acuerdo en que Windows Server 2008 supone un avance significativo de la plataforma, sin olvidar que Longhron comparte código con Vista y por tanto debería aportar beneficios a las empresas que tengan ambos sistemas: mayor protección, networking IP más rápido o gestión de equipos cliente. Veremos si se adopta enseguida o se espera al primer SP1.