Parece que durante los próximos años se venderán más coches autónomos de lo que se creía en un principio. O, al menos, más de los que IHS Automotive pensaba que era posible vender. Su visión ha cambiado a raíz de un mayor impulso investigador, inversor y regulador en fechas recientes.
“Las ventas mundiales de vehículos autónomos se acercarán a las 600.000 unidades en 2025“, señala Egil Juliussen, director de investigación de IHS Automotive. Pero es que, “nuestro nuevo pronóstico refleja una tasa de crecimiento anual compuesto del 43 % entre 2025 y 2035”. Esto significa que una década después, en 2035, se estarán vendiendo casi 21 millones de coches de este tipo.
De ellos, 5,7 millones corresponderán a China. Otros países se han introducido antes que China en este mercado, pero el suyo será el mercado de mayor tamaño en cuestión de diecinueve años. Estados Unidos se situará cerca con 4,5 millones. Y Europa occidental debería sobresalir en el segmento premium, con algo más de 3 millones de vehículos autónomos.
Tampoco hay que olvidarse de otros lugares como Japón que, junto a Corea del Sur, debería acabar aportando 1,2 millones de coches al cómputo global. Si todo va según lo previsto, su actividad se acelerará de cara a los Juegos Olímpicos de 2020.
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