– ¿Qué valoración hace de las demandas de regulación del sector TIC llevadas a cabo por la patronal y los trabajadores al Gobierno?Creo que es necesaria la regulación y ahí la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones está haciendo un buen trabajo. Pero regularizar no es liberalizar sin más con las reglas de las empresas sino hacer que estas se comprometan en una función de servicio público.– Después de su experiencia en Second Life, inicia su andadura en Myspace. ¿Qué otros espacios virtuales utilizará para las próximas elecciones generales? Estoy presente en la creada recientemente red de residentes virtuales de Ixerpa pero también hemos puesto en funcionamiento algo menos virtual pero novedoso como es el proyecto
Revota, el registro de votantes por el que queremos crear un vínculo estable con nuestros votantes y una comunicación fluida y bidireccional de forma que podamos tener en cuenta sus opiniones a la hora de tomar decisiones en las Cortes Generales.
Al mismo tiempo estamos rodando la primera película de ficción política en nuestro país en el entorno de ‘Second Life’ y vamos a jugar con la animación en la comunicación en la Red así como en la respuesta directa con imagen y sonido que pueda dar a las personas que se conecten a nuestra web a partir de un programa de reconocimiento de texto y que servirá para ofrecer en formato audiovisual real la respuesta que demanda el elector. Todo ello conjugado con campañas específicas en Internet sobre cuestiones concretas del programa de IU aderezada con vídeos inspirados en la transmisión viral.
– ¿Qué valoración realiza de su experiencia en Second Life?
Muy positiva. Sobre todo porque nos ha permitido enlazar la realidad social con la virtual en un terreno como la política que es difícil. También nos ha permitido transmitir la idea de que IU es una formación puntera en el uso de las nuevas tecnologías y eso nos rejuvenece. Se nos ha visto frescos, audaces, alternativos, pero sobre todo divertidos y eso nos ha dado la voz en medios tradicionales en los que no podemos competir con otros grandes partidos.