A 3 de cada 4 empresas españolas les preocupa que estalle una ciberguerra

El 58 % cree que, de producirse, supondría un freno a sus proyectos de transformación digital.

La ciberguerra es un peligro real, que acecha a empresa de todo el mundo. Tras la invasión rusa de Ucrania, que se prolonga desde hace casi un año, los expertos en seguridad han observado “ondas geopolíticas de ciberguerra que reverberarán en el futuro inmediato”.

Esta es una de las advertencias que lanza Armis, que ha publicado el informe Estado de la Ciberguerra con la participación de profesionales de la seguridad y la tecnología que trabajan para múltiples sectores en diferentes países.

En España, 3 de cada 4 empresas reconocen estar preocupadas por la posibilidad de que estalle una ciberguerra. Y más de dos tercios (67 %) de los profesionales encuestados creen que la situación en Ucrania es la que ha desencadenado este ambiente de mayor amenaza.

Solamente el 26 % no se toma en serio esta problemático y el posible impacto en su organización. La cifra de organizaciones despreocupadas, sin embargo, no es tan elevada aquí como en países del entorno. En Italia sube al 56 %, en Portugal es del 38 % y en Francia alcanza el 34 %.

Otro 26 % de empresas no se siente con la preparación suficiente como para hacer frente a la ciberguerra. Y el 58 % considera que, de producirse, supondría un freno a la digitalización. Ya hay negocios que han frenado temporalmente sus proyectos de transformación o los han abandonado por completo por este motivo.

Aun así, la prevención ante los ataques de Estados nación es el foco de seguridad menos valorado (22 %), frente a prioridades como la protección de los datos (67 %) y la detección de intrusiones (58 %).

En lo que sí confían los españoles, o al menos un 52 %, es en la capacidad del Gobierno para defenderse en caso de ciberguerra. Cabe señalar, sin embargo, que los objetivos de estos ataques trascienden la Administración pública. Cualquier organización es una víctima potencial, incluyendo las infraestructuras críticas.

“La amenaza constante de hackeos dirigidos a las redes eléctricas, los sistemas de transporte o las instalaciones de agua son una importante vulnerabilidad de cara al futuro”, comenta al respecto Vesku Turtia, director general de Armis Iberia.

“En 2023”, dice, “esperamos ver ataques de ransomware y malware más focalizados, así como una mayor convergencia TI/OT, lo que hace imprescindible contar con soluciones diseñadas para identificar, supervisar y proteger los activos digitales de la Industria 4.0, ahora y en el futuro”.

Nadir Izrael, director de tecnología y cofundador de la misma compañía añade que “la ciberguerra es el futuro del terrorismo, ya que ofrece un método de ataque asimétrico y rentable, cuya defensa requiere una vigilancia y una inversión constante“.

Además, “la ciberguerra clandestina se está convirtiendo rápidamente en algo del pasado. Ahora vemos ciberataques descarados por parte de los Estados nación, a menudo con la intención de reunir información, interrumpir las operaciones o directamente destruir datos”, relata este directivo.

“Basándose en estas tendencias, todas las organizaciones deberían considerarse posibles objetivos de ataques de ciberguerra y, en consecuencia, asegurar sus activos”, termina Izrael.