Uno de cada dos estadounidenses posee un wearable. Así lo revela un estudio llevado a cabo por PwC. El documento pone de relevancia que la adopción de estos dispositivos se había elevado considerablemente en los últimos dos años. La penetración de los gadgets ponibles era del 21% en 2014, mientras que ahora ha ascendido al 49%.
En cualquier caso, la firma es sincera y le ve cierta trampa al dato. “Que el 49% de los encuestados diga que posee un wearable podría estar ligeramente inflado. Creemos que muchos consumidores piensan en sus teléfonos inteligentes como wearables”, señalan.
Para la elaboración del informe la consultora tuvo en cuenta las opiniones de 1.000 consumidores americanos que respondieron a una encuesta online.
De aquellos que aseguraron poseer un wearable, un 45% disponía de una pulsera de fitness. El segundo tipo de dispositivo vestible con mayor adopción sería el smartwatch (27%), Le siguen las smartglasses (15%), los dispositivos de vídeo inteligente (tipo GoPro) y la ropa inteligente. El 36% cuenta con más de un wearable en su poder.
La razón principal por la que la gente se hace con estos productos es la mejora de su salud.
El estudio arroja otros datos interesantes. Como las diferencias en cuanto a género. Así, los hombres son más propensos a adquirir gafas inteligentes y relojes inteligentes que sus contrapartidas femenindas. Y los millennials ven con mejores ojos estos gadgets que los adultos. El público de los smartwatches sería similar al que han tenido siempre los relojes: sobre todo varones de entre 23 y 49 años.
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Anteriormente pasó por las filas de compañías como Atmira, Grupo Banco Caminos y Accenture.