Si alguno de nuestros lectores tuvo la fortuna – como yo – de poseer alguna de estas máquinas podrá certificar que el Amiga estuvo durante casi una década muy por encima de lo que podían ofrecer los PCs de finales de los 80 y principios de los 90.
Sin embargo, su debacle tras diversos errores de estrategia ha llevado a esta plataforma a una serie de cambios que confunden a los que fueron usuarios en aquellos tiempos. Actualmente el hardware sobre el funciona la última edición del sistema operativo está basado en procesadores PowerPC, y en Ars Technica se han encargado de realizar un análisis exhaustivo de las prestaciones de este sorprendente desarrollo.
Aunque obviamente no se puede comparar con los sistemas operativos actuales en los mismos términos, las conclusiones a las que llegan en este reportaje son claras si uno se lee el título del análisis: “An exercise in computing, not nostalgia”.
Lástima que no sea compatible con arquitecturas x86. µ
vINQulos
Ars Technica
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